Agua, líquido insípido, inodoro e incoloro. Al menos eso dice la ciencia. La ciencia que todo lo universaliza, que trata sobre EL Agua. Mis sentidos no cuentan lo mismo. El olor de la lluvia, o del mar, el sabor de un vaso de agua. En mi caso encuentro disfrute e inspiración en sus infinitos colores, los colores de todo lo que la rodea, fluyendo en interminables ondas. La diferencia entre la ciencia y el arte. La ciencia que versa sobre lo universal, mientras que el arte lo hace sobre lo particular, las particularidades de cada momento, efímero e irrepetible en los que EL agua se transforma es ESE agua, la de ese instante, profundamente colorida, reflejo del mundo, de la vida que sostiene.
Me es fascinante el hecho de fotografiar colores en una sustancia incolora. El agua no tiene un color, posee todos los colores, los colores de todo a su alrededor.
Encuentro en ella una constante fuente de inspiración. Al fotografiarla, voy entablando una relación con ella, con su fluir, su velocidad, la voy conociendo, sus ondulaciones, sus colores.
Los invito a apreciar la serie watercolors, una serie sobre los reflejos del agua, que refleja una visión muy personal.
El agua es fundamental para toda la vida en este planeta y está en peligro, con esta muestra intento mostrar su belleza. Por favor, cuidémosla.